¿Dónde estás corazón mío,
que entre nebulosas te he perdido?
Te busco y no te encuentro.
¿Por qué te escondes de mí?
Promesas de amor y halagos
mis oídos escuchan
mientras mi corazón se estremece
ante tus cantos lisonjeros.
¿Por qué luego te ocultas
tras la bruma mañanera
para aparecer al crepúsculo
buscando mi cuerpo tembloroso
que se rinde ante ti
al sentirte tan ardiente y fogoso?
¿De dónde vienes querido mío?
-te pregunto con temor de que
al sentirte acosado,
no vuelves a mi lado
dejando mí ser
a la deriva y sin control?
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Sin respuesta, en silencio,
me estrechas entre tus brazos
gozando de mi cuerpo
sin pedir mi aprobación.
Mientras tanto yo muero por dentro
sufriendo en silencio tú falta de ternura,
tu desalmada compostura,
tu vanidad insolente
creyéndote mi dueño.
Mía es la culpa
por tanta complacencia
de temerosa enamorada
que sustenta tu creencia
de sentirte tan seguro,
que no eludes los disimulos
para tratarme como objeto,
volviéndote contra mis lamentos,
inclemente y despiadado.
Tras la cortina paso la velada
esperando tu llegada.
Tras la ventana,
escudriño la calle en la noche
en espera de ver una silueta
que se desvanece en las tinieblas
al tiempo que mi corazón se altera,
porque la puerta de mi alcoba no se abre
ni tras de ti se cierra.
Siento mis reproches.
Siento mis lamentos.
Siento mis reclamos
que te ahuyentaron de mi vera,
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porque de mi sólo esperabas
silenciosa complacencia.
Tu silencio y tu ausencia
han despertado mis sentidos.
Así entre llantos y sollozos
encontré mi libertad
y un nuevo camino.
Candados he puesto en mi corazón;
en mi mente verjas;
en la puerta de mi alcoba…
en la puerta de mi alcoba
una tapia y un cerrojo
hechos con los despojos
de unos amores confundidos.
Pertenece al relato (¿Coraje es nombre de mujer?
Autora Escapitina
Luisa Lestón Celorio
Del libro de relatos LA HOSPICIANA & OTROS RELATOS DE MUJERES- Editorial Arcibel Editores