Amiga... Así la llamó un día, en algún momento de sus vidas.
Pensó que si en verdad eso sería y si sabría o comprendería como ella veía el ser amiga o por el contrario como él vé el ser amigos.
- ¡Cada cabeza es un mundo!
Llegó un instante en el transcurrir de los meses y los devenires de la vida en que dejó de sentirse su \"amiga\" y pasó a ser una simple conocida más sin mayor importancia que cualquiera que cruzara por unos minutos su andar. Algo parecido a personas que caminan en las calles de una ciudad siendo perfectas desconocidas, conociéndose más de lo debido.
- ¡Que embrollos me hago en la mente!
Amiga... Ya no se puede llamar tal a sí misma.