Es tu carne la que late
arde en tu mundo donde mueres sin sentido,
mujer fantasma,
son tus huesos los que rugen vigilantes
al compás de un corazón siniestro,
mal herido,
un instante, otro instante,
otro tiempo donde plasmas
en odio o mil rencores
tu amor sin edades ni verdades.
Es mentira tu figura,
es mentira cuando vives,
mujer mía que cabila miserable
cuando callas eres verso indefinido
porque digo tierra e imagino mares,
digo piel y pienso en viento,
sin embargo te extraño
como aquellos besos nunca dados
y se que fuiste siempre alguien
y yo, solo yo,
aún te siento
y te resisto
como nadie.