Sitio de madera, bosque en transición,
vestidos frondosos, verdes brillantes,
las especies de las partes bajas,
arriba, besos entre encino y pino.
Huele al amor, en todo se respira,
se te espera, en un silencioso grito,
de mis manos, que preguntan por tu piel,
ojos que te miran en la floresta.
Adornas los troncos, si te recargas,
en el nicho pétreo de la hondonada,
se dibujan las líneas de tu cuerpo,
tu boca, de mirasoles silvestres.
Destacan su color, al ojo del sol,
asiento vacío, también espera,
un termo de café, humea al abrirlo,
dos tasas, frente a mi, están sedientas.
El aromático olor, me llega,
la tapa enrosco,el pensamiento vuela,
volteo, miro el reloj, hoy es nuestra cita,
el tiempo se detiene, escucho el ruido.
Tus pasos quiebran agujas del pino,
te distingo, enmarcada en suaves sombras,
de la vegetación que te cobija,
tu presencia, acuarela en mi pupila.
Unida al cielo, en sus tonos índigos,
mirarte más de cerca, flor abierta,
se multiplican todos mis sentidos,
y apreciar enigmática llegada.
Pantalón con colores solferinos,
blusa abierta, morada bugambilia,
granada, expuesta a la mitad, tu boca,
tu cabello, una cascada dorada.
Bailando al viento, la danza de fuego,
tu nombre, lo hablo quedo: Te esperaba,
en el tiempo, situado este instante,
tus dos manos, las flores que admiraba.
Del árbol que florece en el corazón,
tu suave beso, moja labios secos,
se llenan los asientos con nosotros,
almas que platican, tomo tus manos.
Tasas de café llenas y bebemos,
el lenguaje de adentro, enmudece,
emoción, durante tiempo y distancia,
estaba guardada, hoy como cascada.
Percibo cómo invade nuestros rostros,
qué tan mucho decirnos y sentir,
un abrazo, las bocas que se buscan,
manos que acarician, un abandono.
El silencio de la tarde, acompaña,
nuestra primera cita, con el amor.
lluvia de cristales, nos guarecemos,
en tus ojos, el sol dejó su brillo,
en esa boca, la puerta del Edén.
EL POETA DEL AMOR. 01-07-13.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.