Por que eres tan bella, que en la misma belleza que se encuentra en el arte la encuentro en ti, y me enamoro de igual modo que cuando veo una hermosa pintura leo un buen libro, o veo una hermosa pieza de arte, de tal manera cautivas mis sentidos y no es por menos que valga la pena, pues dentro de tu perfecta creación, encuentro todo para llamarte una obra maestra, aunque nadie en el mundo es creado en perfección, para mi todos los detalles en ti son perfectamente creados, tanto que si uno no existiera, le restaría importancia al siguiente.
pero como decir que eres tan perfecta a mis ojos, pues de la misma manera que aprecio el arte te aprecio a ti, ahí sentada, sonriendo a la sombra de un árbol de loto, mirando como sus bellas flores caen, mas bella sonrisa y tan misteriosa como la de “La Mona lisa” de Da Vinci no puede existir, Y en tu creación tan perfecta que comparada con “la Creación de Adán” de Miguel Ángel, es perfecta, pues tú representas la separación de lo terrenal y lo divino, la belleza de la gloria en tus ojos refleja el paraíso mismo, unos ojos tan bellos como
“La noche estrellada” de Vincent Van Gogh
Una obra maestra creada y reunida toda en un cuerpo, pasaría los siglos apreciando tu belleza y tu silueta tan perfecta que “la Venus”, derrama lágrimas de envidia en el Nilo.
Eres tan real y a la vez pareces un sueño, un sueño del que nunca quiero despertar,
“La persistencia de la memoria” me hace no poder olvidarte,
Y en ella encuentro el surrealismo en el que me envuelve cuando te veo, ahora entiendo como se sintió Salvador Dali al pintarla, pues cuando te veo, siento que nada es real, todo es tan distorsionado y el tiempo se me escurre tan rápido que quisiera mas.
En ti encuentro la belleza de “La Vida Nueva” y en mis sueños estas como la “Divina” de Dante (divina comedia)
Me pierdo en ti, mis deseos son tan inmensos como el espacio, pero estoy tan abatido, eres tan bella como la “Julieta de Shakespeare”
Tan sensual y atrevida como la “Dulcinea de Quijote”
Con unos labios tan irresistibles como los de
Afrodita en el Olimpo.
Mas, ya no podría describir, por causas del tiempo me he convierto en pierda y permanezco como “El pensador” de Auguste Rodin, meditando, entristecido, con una vista desanimada, por que no encuentro en mi el amor de mi amada,
Pero la historia sigue escribiéndose, y aunque dudo que tú, La mujer de mis sueños puedas llegar a amarme tanto como yo a ti, siempre seguirás siendo la que con atrevimiento entra y sale de mi mente a cada segundo, la que con tanto desdén se jacta de estar a cada segundo en mi mente, la que es dueña de mi vida, esa perfecta obra maestra, que jamás, jamás dejare de admirar.