Emergiendo te veo en trigal dorado
de efervescente candor resplandeciente
moviendo las horas que tiñen albores
en cielos marinos de agitadas mareas
bahía delta en su cauce desembocando
en intervalos presentes, otoños eternos...
un segundo tan sólo, en el alma en vilo
un aquí, un ahora manteniendo el latido
tatuando destino en indeleble destello...
En las ineludibles horas óbitas del ocaso
mi faz el haz lunar habrá iluminado
alborozada en albricias de amor compartido
¡segmentos de vida, de reflejo infinito!
Copyright© 2013 Rocío Vega-Ponce