El cenaguero se marchó del mundo,
se cansó de digerir casas y molinos,
de cantar epopeyas sin héroes ni causas,
El cenaguero no está, se marchó a la frontera
aún visible de la oscuridad,
fue a asesinar la ceguera de las luces de neón,
a cantarle bajito al bullicio de los sordos,
el cenaguero cargó con su casa,el arado y su cruz de labios,
dejó la tierra cargada de maíz llorando cosecha.
Ya no se le ve incrustando caracoles en la orilla de la playa,
construyéndole faros a las olas,
el cenaguero se volvió lágrima en el rostro de la tierra,
se hizo raíz y fue a sembrarse justo en medio de la ciénaga.