Mañana de día domingo
ropa de mejor factura
una camiseta blanca,
slip negros marcados
Regatta nombre comprado,
calcetines, con rombos café
y zapatos nacarados,
un terno que no lo es,
debido a sus dos piezas.
Vestón azul cruzado
con pantalones delgados
un cierre de bronce fiel.
La plaza de la ciudad
que acoge a tanta gente
solo ancianos y niños,
son sus ávidos clientes
Del manicero en el carro
con paciencia diligente,
un perro solitario
según se ve que viene,
sin ver a sus pasajeros
entre sus lanas movientes,
Sin que nadie se percate
saltó la pulga al cemento
que se encontraba caliente,
entró por mi pantalón
con el movimiento siguiente.
Como extraño en el paisaje
se puso a recorrer la gente,
donde quería habitar
para conocer que es
un hombre tan inteligente.
Tenía la visitante
una trompa como daga,
por la picadura que dió
hizo saltar mi espalda,
siguió en este paseo
este animal salvaje
sin poderméla sacar,
ráscándome cierta parte.
Vió que justo se dividía
mi cuerpo en dos canales
eligió la derecha pierna,
donde tenía la marca
de un perro en su mordida.
Y...picó la legionaria,
justo en el centro de ella
donde me dejó
viendo claritas estrellas.