... Y en la noche, sentir que el fin acerca la paz que el alma necesita para poder sobrevivir en el tiempo y el espacio tu olvido ...
syglesias
Presenta
TÓCAME, SUAVE y DULCEMENTE la PIEL:
Tócame, suave y dulcemente la piel, mirándome a los ojos sumido en tus brazos, besándome los labios, como si fuera la primera vez, haciéndome soñar en un mundo mejor, tomados de las manos, Tú enamorada y Yo enamorado de una vida en flor, sanándome las heridas, haciéndolas crujir hasta el punto que supuren todo el dolor que llevo enconado dentro muy adentro del corazón de viejas batallas, para poder vivir sin silencios por miedos en la mente a la hora que con mis manos abiertas, busque dormido las tuyas para besarlas...
Tócame, suave y dulcemente la piel, sonriéndome al primer contacto, no preguntes si en mis ojos pudieras ver el brillar en la noche de dos lágrimas de estíos, una por ti ausente y otra por mi presente todos estos años de cautivo sufrir, recordando tras las cortinas del ayer a aquellas dos personas que fueron antes tan amables en los inolvidables brazos, mientras la soledad del silencio dibujaba en la mente el rostro de la mujer amada, quien robó los sentimientos de mi corazón, abandonándome en tinieblas sin dejarme ninguna orientación...
Tócame, suave y dulcemente la piel, porque esta sería la última vez que el cuerpo quede expuesto antes de desquebrajarse por las inclemencias del tiempo y los espacios perdidos de amor que demostraste para el llamado de mi insistente mirada, buscando la olvidada tuya, no queriendo notar mi agonizante presencia, frente a ti, ya escucho a lo lejos el doblar de campanas que anuncian que pronto ascenderá un alma, ahora deberé olvidarte, borrando de la mente el día que nos conocimos, no pronunciando nunca más tu querido, nombre.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 23062013 07:30 AM.