Aquel día en el que supe que naciste mi corazón latió a mil,
Desde ese instante sentí que yo no era la única,
Que vendría una persona con quien compartir,
Una persona que ocuparía el primer lugar en mi corazón,
Aunque yo hubiera estado a varios kilómetros de ti
Sabía que había llegado una de las personas más importantes a mi vida.
Aunque llegaste con varias dificultades a este mundo yo supe que tú ibas a ser una niña luchadora llena de vida y de alegría,
Que no te irías tan fácil como viniste que te quedarías a compartir tan bellos momentos con tu familia.
Mientras que yo en la lejanía ansiaba fuerte mente estar a tu lado para ver tus hermosos ojos, tu bella sonrisa, tu pequeño cuerpo.
Solo existías tú en mis pensamientos en aquellos días de ansiedad y preocupación por que tú siguieras adelante que una enfermedad no te detuviera que pudieras ser una niña fuerte sana y que siguieras acompañándonos por nuestros senderos de la vida.
Cuando al fin supe que te iba a conocer que después de tantos meses esperando tu llegada sabía que iba a estar a tu lado podía tenerte entre mis brazos que podría llorar de la alegría sabiendo que por fin iba a tener una ¡hermana!
El camino se me hizo más corto ya quería estar hay observándote y teniéndote en mis brazos.
Pero lastimosamente cuando llegue con las ganas más impresionantes de verte,
No pude verte como yo quería, simple mente no pude ver tu hermosa sonrisa ni tus brillantes ojos, ahora solo sabía que podía verte atravez de un frió cajón de madera, que no podía hacer lo que tanto ansiaba que era tenerte entre mis brazos, no podía sonreír porque tu lo que me hacia tan feliz se había ido, simple mente tenía que resignarme a un simple recuerdo y tu nombre grabado en mi memoria.