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Estoy aquí… escucha siempre mis pasos, siente mis fragancias… advierte mi llegada y, disfruta mi presencia en tu vida desde la madrugada…
Yo estoy aquí, para ti siempre presente,
aunque marcado esté nuestro encuentro
por mil pasos que hayan que hacer frente,
en tu alma sabes que vivo y muy adentro.
Sólo tienes que permitirte un momento,
que yo pueda desde mi alma acariciarte,
estoy contigo y siempre así te siento,
desde el saludo al nuevo día y su bello arte.
En cada sonido que él viene a brindarte,
en todas las sonrisas que Él te regala,
en todos los motivos para enojarte
y en aquellos que de ti hacen gala;
en ese beso con el que alguien te halaga,
en las melodías que nunca te olvidan,
porque siempre en ti hay notas que calan,
viven en tu recuerdo y en ti anidan.
Estoy en ésas, tus manos que cuidan…
en la palabra amiga y de enamorada
en ésas que nos unan y jamás nos dividan
en el llegar de la noche y asir de la alborada;
siempre acá y feliz hasta ver tu llegada
y aunque mis días colmes de ausencias,
mi alma te siente y vive en ti aprisionada;
sigue así por los caminos de las vivencias…
Estoy aquí y no para complacencias,
estoy para amarte, para crecer contigo,
para ser felices en nuestras diferencias,
para vivirnos como la tierra y el trigo,
para alimentarnos y darnos mucho abrigo…
nunca te olvido, estoy y estaré para quererte,
quiero terminar mis días de vida contigo
y en el más allá… aún después de la muerte.
Hija del Sol
Julio, 04 - 2013