Lidia

MI CORAZÓN ES MI RIVAL

Puse barreras a mi corazón,

para que no siguiera amando

y secuestrado lo tenía dentro de mí.

Lo cerqué con vallas de resentimiento

porque asi creí me libraría

de las garras del dolor y del sufrir.

Pero me equivoqué,

y no pude vedarle su sentir

porque cuando el corazón se enamora,

no le importa convertirse en tu rival

y aunque uno sufra, no deja de querer

a quien con todas las fuerzas desea odiar.