Duerme el cuero vacuno en su aposento,
Los pies hormiguean y calan de frio
No existen pausas no se repiten ecos
No aprisionan tu mirada este llanto seco.
Los pupitres no existen, menos libros de texto,
Escuelas sin paredes son ventanas de la vida,
En el suelo moran mil lombrices que son pretexto
Para cubrir las cicatrices del ayer que nos olvida.
En el nopal hay tunas, en las matas flores,
El las ramas secas solo leña y en mis ojos,
Quedaron huecas las palabras sin colores
Y la calle se viste de pies descalzos en la noche.
Adolfo Casas C.