Tengo hoy la grata sensación
que en tu pensamiento estoy,
que recuerdas aquel beso primero,
que implantó en tu corazón
la certeza de mi inmenso amor.
Si no es así, desmiénteme,
Y si tengo razón házmelo saber,
para darle la nueva al corazón,
de que no eres ajena a esta ilusión,
que mi ausencia es tu pena, tu dolor.
Te adoré desde la primera mirada,
dejaste mi alma perfumada
con aquella sonrisa franca,
que parecía sol de la mañana
y luna de abril en madrugada.
Te supe mía cuando acaricié tu piel,
cuando tus dedos temblaban
al saludo sutil de nuestras almas,
y te fuí construyendo el atril
como fuente de palabra enamorada.
Y aquí estoy, émulo de Romeo,
con expresión de vida sin dolor,
en la firme intención de ver feliz
tu faz marcada por el desamor,
para llenar tu vacío corazón.
Quiero ser tu canción, tu poesía,
Tu ángel protector, tu luz y guía,
quiero ser tu pan de mediodía,
tu cama, tu descanso, tu bebida,
tu amanecer feliz, tu todo de por vida.
D.R. Vozdetrueno