Amenaza latente, cuando una vida se agita
Al movimiento brusco del cambio recurrente
Encuentra en un simple papel a su mejor aliado
Y en la tinta a su testigo marcado y visible
A lado su sombra lo acompaña fielmente
¿Podría sufrir por el deleite ocular que me dejo?
Pero mi corazón late a paso rápido e intenso
Mostrando ritmo y camino bello a seguir
Hermosas musas que quedaron en el pasado
En mi memoria renacen con nuevos bríos
Como un geiser que fluye impulsado al calor
Buscan salir desde dentro de mis memorias
En el laberinto perdido de mis pensamientos
Mora continua la palabra y la belleza juntas
Y en jardín de laureles cantan y juegan gustosas
Pero con envidia guardan celosas sus cantos
Ahora pues te digo a ti inspiración encantada
No esperes más, mis letras o mis versos
Mis palabras surgen en el momento preciso
Que llegada la hora, harán escuchar mi sentir
El Iletrado de la Villa