Enrique Dintrans A.

ENTELEQUIO

Confieso que he muerto en medio de los gusanos
y cada vez que lo hago
los siento zapatear con rabia
hasta que les da hipo.

En realidad, no veo en ello ningún acto de grandeza. 

Habito en espejos quebrados
y mis sueños se parecen a espumas inconclusas. 

Desde luego, el éxito me decepciona
y de vez en cuando me retiro a los volcanes
para meditar en mi propia entelequia.

Me divierto sobremanera
al ver a las palomas comiendo migas de pan.

Yo quisiera que los gusanos comprendieran mi punto de vista
pero no pueden
ya que el temor al vómito telúrico de los volcanes
los mantiene lejos del pan y sus migas.

No crean que soy panadero,
para éso se requiere ser héroe
y yo soy entelequio;
esto es,
un punto intermedio
entre el azar y el olvido.

     

E.D.A