La caricia de mi mano perdida
busca abrigo en tu seno y tu piel
sudorosa, sensual y confundida
al beso de mi labio sabe a hiel.
Extasiado al instante de la entrega
sintiendo que tus brazos se han rendido;
la estocada sexual ya no se niega
en el último respiro confundido…
me miras callada y sin aliento
y un cigarro te llevas a la boca
el humo es alejado por el viento,
el olor de tu sexo se disloca:
vuelvo, ataco con tal atrevimiento
y mi cuerpo en tu cuerpo se desboca.