clonariel

TENGO UN RIO ENROSCADO A MIS PIERNAS

Tengo un rio enroscado a mis piernas,

 

un caballo va agitándose en mi boca.

 

Mi amor por ti abre madrugadas,

 

por ti reconozco el universo

 

en la flor desnuda.

 

 

Pero el día es ancho como sábana limpia,

 

y mis manos

 

me hicieron conocer tu piel anochecida,

 

tu delgada sombra de nieve y hojas

 

son para mí un jardín oculto

 

donde a diario busco sosiego.

 

 

Son tus labios de serenas canciones,

 

que traen susurros de lejana primavera,

 

cuando mirábamos el crepúsculo sonriente

 

y los besos ardían como única hoguera.

 

 

¡Corazón mío, permíteme amar

 

hasta que me busque el viento por los escombros,

 

hasta que el agua del arroyo

 

culmine su tránsito transparente!

 

 

Voy amándote con la penumbra de los años,

 

va en mí creciendo tu belleza.

 

Tantas veces el alma ha heredado

 

el dolor del llanto, pero tu sigues concediendo

 

a mis manos artesanas tus sueños,

 

voy yo con caricias exactas

 

ascendiendo tu altar sencillo.

 

 

Ah, amor, la patria de tus ojos cae en mi soledad

 

como racimos de uvas en el estío,

 

ves con ellos mi profundo valle

 

donde permanece por siempre la memoria

 

de tu vida.