Ritual…
¿de amor era el ritual?
y la noche romántica
las travesuras de Eros,
las miradas inquietas
y los cuerpos discretos…
Y me antojé de él…
Y desperté el ensueño
de descubrir los cuerpos,
de poseer las almas
y de abrigar los seres.
Y en un contacto suave
yo exploré su piel…
se estremeció mi ser.
Y me perdí en su pelo
y me encontré en su cara
y me excité en sus cejas
y navegué en sus ojos
y me comí su boca…
y me escurrí en su pecho
y rasgué su cintura
y me fundí a su piel…
Son los labios inquietos,
son los besos robados,
es la boca posada,
hay un tallo versado
coronado de flores…
de azahares la cara
se dibuja confesa,
se deslizan en cuello
de blancura sin par,
ahora cubren un pecho,
luego abarcan un cuerpo...
se disfrutan placeres
que emanan de él…
Me devoro el sabor
de ese ritual de amor…
Se disfrutó el encuentro
de ese puñal clavado
en lo más profundo
de la luna y el sol...
Y le sentí muy mío
y le llamé querido
y me bebí la esencia
derramada por él
en el ritual de amor
y suspiré por él…
Y me sentí arrobada
y me lancé a sus pies,
y susurré el deseo
de la agonía sentida
desde aquél día
en que le descubrí…
Y me sentí… ¡feliz!
en el ritual vivido
en homenaje a él.
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