bernardo cortes vicencio

EL HILO QUE ME DEJÓ LA ESCORIA.


Vueltas di para no caer en las cloacas distintas 
de este autor psíquico 
de hacerme un verbo de su infinita gestación.

Pegaso sin alas 
serpientes de papel 
ideogramas de carbón.

Pego dos mundos
dos almas 
una coma y dos puntos sobre un trono en llamas 
de mi instinto subconsciente 
lo que él hace al escribir. 

El sabor de la teoría se resiste a la crítica 
a la sintética sensibilidad incurable 
de mi ego cultivado con gotas de fraude a tanto bagazo. 

Cubro en la pupila blanca 
el espacio geométrico de ébano negro 
de tizne y grumo:
separo la esquirla que duele. 

En esa anemia humana de fácil consumo 
con sospechas de artículo
proclamo: 
que he leído el material expresivo 
el hilo que me dejó la escoria.

Bernardo Cortés Vicencio