¿Oye, recuerdas el pequeño sofá del hotel en la playa?
Quizás no me sorprendió que me llevaras de la cama
Hasta ese minúsculo confidente
Hoy me hace sonreír, pero ese momento
¡Ay! Ese grandioso momento
vaya que llegue hasta el cielo
sonrió,
porque aún no sé cómo encontramos las formas perfectas para acoplarnos sobre él
y convertirlo en parte de nuestra anatomía
húmedos de sudor y besos
los brazos fueron primero cuatro, luego seis, después ocho
fue una locura llena de éxtasis y lujuria
devorándonos con ganas de acabarnos mutuamente
con furia y amor de amantes,
jalando tu hermoso cabello negro, largo.
Tú, marcando surcos en mi espalda con tus dedos
Como si evitáramos no ser separados por alguna fuerza extraña.
Vaya lugar para hacer el amor, tan intenso,
tan fuera de este mundo,
mundo lleno de prejuicios e hipocresías.
Vez porque te digo que hoy sonrió.