Una mujer valerosa,
naciendo por la mañana
como la luna nueva
que va rompiendo el alba.
Fueron sus anhelos
volar como las gaviotas
en el amor entregado
sin pensar en la derrota.
El vuelo rompió sus alas
cayendo del azul del cielo
llegando hasta la arena
y empezar su nuevo vuelo.
y comenzó a pensar
escribiendo sus cantares
donde los vió ese ser
tan lejos de sus pesares.
La flor recibió la brisa
que le revivió el alma
fueron su pétalos blancos
como la risa en la calma.