“DESDE MI VENTANA”
*
Hasta que pueda aclararme,
mujer te escribo estas letras,
te veo cada mañana,
paseando por mi acera,
con el bolsito en el brazo,
de vivo color canela,
del mismito de tu piel,
haciéndole competencia,
siendo más pobre su brillo,
te luces frente a mi puerta.
Me escondo tras la ventana.
para que tú no me veas,
por la abertura del centro,
de mi cortina entreabierta,
vibrando mi alma gozosa,
por ti gozosa y austera,
siguiendo tu cimbrear,
se muere en tus carnes prietas,
en tu carita de niña,
y en sus mejillas morenas,
en tus ojos tan oscuros,
brillando son dos estrellas,
canallas cuando me miran,
empobreciendo las perlas,
tu largo y negro cabello,
te dan porte de princesa,
el escote de la espalde,
de ese vestido de seda,
me deja ver tu cintura,
haciéndote tan esbelta,
que el corazón me abandona,
para estar en tus caderas,
en sus curvas prodigiosas,
en su medida noventa,
en su meneo oscilante,
por culpa de esas dos piernas,
amenazando la falda,
haciéndola casi obscena,
arrancándome un suspiro,
de tan cortita que queda.
Al infierno condenado,
al averno de cabeza,
no merezco salvación,
por pecar de esta manera,
hice tu cuerpo manzana,
perpetuando mi condena,
que ya me parece ver,
en tu pecho la sentencia,
luciendo tremendo escote,
con letra de amor impresa,
versando que de momento,
deseas seguir soltera,
sin hombre que te sujete,
sin varón que te proteja,
No quieres vivir del árbol,
como hace la fruta fresca,
permaneciendo madura,
y siendo criada en tu huerta,
que el sur de España me presta.
*
Hasta que pueda aclararme,
mujer te escribo estas letras,
bailando ya está mi pluma,
al compás en tinta negra,
dejando rimas que juran,
que el día que no te vean,
cada mañana en mi calle,
cada mañana en mi acera,
pasarán a ser dolientes,
eternas rimas bien muertas,
no escribirán más romances,
no dejarán espinelas,
jamás volverán sonetos,
solo ha de versar esquelas,
hasta que llegue el momento,
mujer te brindo estas letras.
*
Carles C. 06/VII/2013