He paseado tu calle
para sentir tu aroma en cada muro,
en los balaustres de las ventanas
y hasta en el asfalto que soporta mis pasos,
como yo este dolor profundo
en el centro de mis sueños rotos.
He rondado tu puerta
escudriñando cada sombra,
penetrando en el portal
como un día penetré tu piel
con mis caricias.
Te he imaginado cual diosa del mar
invadiendo mis frontera,
adueñándote de mis carnes
hasta que se deshacen en tus labios.
He paseado tu calle
para despertar quimeras.