Nair, antes de cumplir cuarenta años, quería realizar un sueño, el de tirarse en paracaídas, llamó a su prima, que era piloto y le preguntó que sabía de eso.Ya que esta también practicaba ala delta y alpinismo, es que su prima siempre fue de deportes un tanto salvajes, para ser mujer. Así es entonces que le recomienda un entrenador, con el cual, ella solía practicar.
Nair se lo comunicó a su madre y que lo iba a realizar al otro día. Allí su mamita, no tiene mejor cosa, que decírselo a su nietecita-Por favor, -para a tu madre, que se quiere tirar de paracaídas- Y su hijita dijo- si mamá se tira, yo también-La señora madre, abuela también, tenía la triste experiencia, a la que queda sujeta, que una vez que habían ido a ver una demostración, vieron como un joven, no le funciona el paracaídas, no abriéndosele, y cae en el campo travieso.Ella iba con su esposo y los dos primera vez, creo, se quedan mudos.Así que este hecho era muy alucinante de pensar, que a su hija no se le fuera abrir. Esta le dijo que no lo haría sola, que va en \"tandem\" y que es recomendado el entrenador por su prima y que se caracterizaba por ser muy responsable.
Entonces a la mañana siguiente, la mamá y su hija, se dirigen al miniaeropuerto de donde salen las avionetas.
Nair estaba nerviosa, con la presencia de su hija, pero ella desde que supo, no había quien le hiciera entender, que era un sueño de su mamá y no de ella. Le promete, que no se lo contará a nadie y menos a su papá, porque ahí se armaría la de San Quintín...en sus locurillas.Porque este era muy aprensivo y cuando iban al parque de atracciones no se subía a ningún juego, no los disfrutaba, sencillamente.