Loco desorientado dando tumbos y tropiezos
Delirante triste y sola el alma desanimada
No existe oasis ni colores pintados en los lienzos
Ni descansos o alegrías a esta alma ya agotada
La pujanza y valentía abandonó este castillo
Donde el Rey ya no manda ni esclavo tampoco es
No existen alegrías ni siquiera hay fastidio
La palabra se hace cruda y el idioma ya es soez
Si el alma existe y se apaga y no brilla como antes
Si la vida ya no importa o da siempre lo mismo
En el corazón hay vacantes o lo ocupa alguien distante
Que no pretende llegar ni ocupar ese destino.