Sin ti pierdo la calma
En el ofuscado tempestear de los recuerdos,
Un suave respiro se convierte en el áspero gemir
La sombra del tranquilo caminar de la tristeza
Aprisiona en la laguna de negras fantasías
Y los pasos se consumen en este moribundo del amor.
Extenúan mis ojos en noches de insomnio,
El frio de los vientos grita a mis oídos
Tu nombre que marcha en la lejanía de mis deseos.
Limita el sueño y se convierte en trágica pesadilla,
El miedo descansa en mi desespero
Y mis palabras sollozan en lamento
El clamor de tu ausencia.
Exhausto en el espino del abandono
El sonrojo de alegría
Se pierde en el silencio del oscuro amanecer;
¡Contemplación de mis ojos
En la desahuciada fatiga al despertar!
Sin ti el delirio apodera mis sentidos;
Mi sangre vierte por los poros,
¡Ay si vaciaran mis arterias!
Inhóspito consumir de mi alegría;
Mi espíritu huiría en el torbellino,
En abandono suplicar de mi martirio
Enterrarían mi cuerpo yacido
En las hojas marchitas de la soledad.
No te alejes de mi lado
No dejes que el tormento frívolo acaricie mi cuerpo,
No dejes que mi respiro fermente en desolación,
No dejes que mis pasos agiten mi sendero,
No dejes que derrita condensado en el sufrimiento,
Mora en lo profundo de mi corazón
Dejare correr tu ternura,
Deslizadas en las venas de mi amor.