Recuedo como nos conocimos
ahí estabas, fragil, hermosa, niña
tu belleza me impresiono tanto,
que desde ese instante grabe tu rostro en mi memoria
Despues nos hicimos amigos y casi en un instante
decidí que vivirías para siempre en mi corazón.
Pasaron muchas cosas, y como un suspiro
se escapo de mi existencia tu presencia.
Así años y años, hasta que volví a verte
y nuevamente mi corazón reconoció enseguida
a aquella niña, mas hermosa, mas mía, mas mujer.
Y como la promesa oculta que jamás hicimos
decidimos amarnos plenamente por primera vez.
Desde entonces me di cuenta que nunca abandonaste
el corazón que inconscientemente te ofrecí como vivienda.
Eres mía, siempre haz sido mía
como tuyo es y será eternamente mi corazón.