- ¿ Que miras ?.
- Nada.
- Entonces crees que atinas
y seguro que la cagas.
- ¿ Que ves ?.
- Lo de siempre.
- Entonces te diré
que a ti tú te mientes.
- ¿ En que piensas ?.
- En mi mismo.
- Entonces que pena
piensas en el abismo.
- ¿ Crees en Dios?.
- Si, pero no lo veo.
- Entonces te lo enseño
un mélico borrego.
- ¿ En que Dios crees?.
- En el que imagino.
- Entonces debes ser
del demonio vecino.
- A ver, ¡ cojones !
¿ Crees en Dios ?.
- ¡ Pues no !
son solo imaginaciones.
- Entonces te contesto
y no son suposiciones,
el permite que vivas muerto
para confirmar que sus lecciones
siempre las rechazan los necios.
Que un ciego no vea los colores
no significa que estos no existan
aunque el ciego le eche cojones
y presumiendo de pulcro artista
con su diadema de coscorrones
le pase a los macarrones revista
soltando por la boca polvorones.