Habrá que tomar medidas drásticas contra el aire
que se dedicó a aprisionar tu aliento,
contra la ola negra que desfila en lúgubres
aleteos lleno de tu sonrisa y que tétrica
retumba en mis sentidos.
Contra el lápiz que aun más carmesí
deja tus labios y repuja tu belleza.
Contra la caricia y sus huestes que atacaron
tu piel ganando tu bandera y que lleno de miel
fuí roto como una carta añeja y leída
de un recuerdo que no dejo raíz.
Contra la ausencia que me llena de tristeza.
Contra la llama inextinguible que el llanto
no ha podido apagar.
Habra que tomar medidas drásticas contra
el cesped que no recibe tu rocío.
Contra el canto que no entonas y que la radio
toca sin importar sus consecuencias.
Contra el verso verde que floreció en tu pecho
y lo maduró tu ombligo.
Contra el amanecer que dejó de ser tierno
en tus brazos.
Contra el anochecer que partió con sus estrellas
dejando el frío y la historia.
Tendré que tomar medidas drásticas contra mi...
que por todo te extraño.