Te busco enmedio de una habitación sin puertas
y en ese lugar de la memoria donde tus pasos resuenan
como ciego ando con la lengua mojada en mares ajenos
negros peces circulan sin ríos ni ocasos
mi sombra en la ventana echará raíces
golpea los cristales el silencio
Más oscura que una pantera
te estoy pensando
más soberbia
que el relincho
de un potro entre la bruma
en el placer amargo de los desesperados de humedad
me impregno
no hay olores
que me recuerden
tu desnudo cuerpo
ni ojos
que terribles
abiertos
aguarden
no habrá tiempo de volver atrás
y llenarnos de sangre
en la hierba