Siento, ganas de morir cuando la distancia demuestra
que los perros hacen más alegre la vida de quien amo,
encontrando en objetos inanimados una razón de culminar
con este sufrimiento, ya que No hay en la historia un régimen
que seguir y No hay espacios en aquel libro que narra
nuestras vidas, para plasmar, como mi mano va junto a la suya,
desnudando ante el universo, aquel llamado esperado
desde sus principios.
Hoy, Esas ganas llegan a su fín, conmemorando en un instante
al más cobarde, desdichado, infeliz y quizás más odiado por su
propia existencia, viviendo en un cuerpo que desea desecharlo
a cada momento, encontrando en el silencio, el mejor lugar
para dar Vida a lo que no la tiene y Muerte,
a quien alguna Vez, La tuvo.