Ella baila con la soledad en una pista de sentimientos errados, una danza dedicada a una luna tan lejana como la estrella que la rechazó.
Mueve sus caderas al ritmo de una esperanza equivocada cuando las señales no son lo que parecen, entonces el hielo de una fe sin razón consume su corazón.
Ella baila con el silencio y cada rosa le abraza en su no consumida tristeza.
Baila, baila al ritmo de cada lágrima; mueve tus pies a la desesperanza y húndete en la nada.
Baila, baila con la lluvia y confúndete con el sonido del agua al caer en tu dolor.
Baila, baila con la fe errada; baila con tu alma esperando que la rescaten.
Baila, baila al ritmo de cada lágrima…