Fui quedándome ciego
De otoños florecidos en mi frente,
Trenzando malabares de cintura
Y cayendo cada tanto,
Como esas flores que cumplieron ya su ciclo,
Fui diciendo que todo no alcanzaba,
Que la mitad exacta de la frase
Era el amor que, por prohibido,
Profanaba nuestros pasos.
No había ninguna excusa en moradas cómplices,
En tu boca de amapolas, cuando te deseaba.
No había excusas para el amor de tarde,
Para soles encontrados, Y lunas buscadas…
Junto a esa luz azul de la ventana,
Hoy,
Ya no lloro de madrugada,
Me dedico a pintar estancias
A decorar con flores casi secas…
Los pensamientos,
Hoy,
Ya no siembro dulces sueños en tu almohada.
Me abandonan los silencios,
Me entristecen los adioses vencidos,
Los gritos sin eco, cuando cantan tu canción.
Ya No lloro más tu ausencia,
La sepulto, la celebro,
la borro de mi línea divisoria,
La tacho mil veces
La exonero, la maldigo, pero al final…..
La florezco.
Julio casati