Para abrir el capullo de tus flores,
y beber beso a beso tu rocío,
se acerca a tu corola el labio mío,
ardiendo en la pasión de mis amores.
Al probar uno a uno tus sabores,
voy grabando en tu piel mi señorío;
y al surcar tus océanos mi navío,
se ilumina mi cielo en tus fulgores.
De pronto estalla el sol, llueven estrellas,
se coronan las nubes de estandartes;
pues tu cuerpo poblado de mis huellas,
ha rendido su último baluarte.
Y resuena en cantares de epopeya,
esta gloria inaudita de adorarte!!!