Contarte parte de lo que pasa
en toda mi piel, en todo mi cuerpo.
¿Y por qué no, en mi corazón?
Está débil Inmensamente derrumbado.
Tantas cosas tendría que decirte...
pero no quiero llegar a herirte, no.
Te mereces mi respeto,
y al mismo tiempo mi admiración.
Las personas muchas veces
transformamos a determinadas personas,
famosas algunas, otras no,
en ídolos de nuestro corazón.
Nos hacemos ilusiones...
éstas, que no llegan a realizarse,
porque los ídolos a veces no tienen
humildad, tienen orgullo,
pero a veces no perdonan
ni tienen piedad.
Me consta.
Esto lo relaciono con un caso
muy particular, que he de confiarte,
porque no quiero perder totalmente
la confianza... en seres que admiré
y sigo admirando, a pesar de su divismo,
de su orgullo y poca sensibilidad.
¡Artistas, ídolos de nosotros, sus fans!...
Para mí el artista, el intérprete,
siempre he tenido la idea
que aparte de ser seres de excepción,
tienen un alma sencilla y solidaria.
Pero lamentablemente no es así.
Siento expresarlo así, pero así es.
Este \"tengo que decirte\", en realidad
va dirigido a unos famosos
de nuestra escena argentina.
En varias oportunidades
y a varios de ellos,
les he entregado
un cd personal,
con mi nombre, domicilio,
teléfono, celular, en fin,
con mis datos personales,
en la creencia que al menos
uno de ellos, me diesen una señal de respuesta.
Una opinión de lo que han escuchado,
si es que así lo hicieron...
sigo siendo un iluso...
ni uno tuvo la humildad de hacerlo.
Claro, ¿quién soy yo para ellos?
Lo que soy, un desconocido.
El famoso no soy yo,
sí ellos.Pero me había hecho la idea
que alguno me hiciese saber
de su opinión referente
a mis temas grabados.
Esto no es despotricar en contra
de ellos, en absoluto.
Igual los sigo queriendo.
Lo que me resulta imposible
de comprender, es la indiferencia
y falta de atención
hacia nosotros, sus fans.
En este mundo, todo es indiferente.
Para tranquilizar mi espíritu,
lo acepto.
Ya todo lo acepto...
de la vida y de la gente...
soy un soñador...
un ser que me hago la ilusión,
vana muchas veces, de esa cordialidad
que pretendo.
Indudablemente soy un crédulo pretencioso.
No todos somos iguales, lo sé.
Tampoco yo soy un moscardón blanco.
Tengo mis errores y falencias.
No soy un ser perfecto.
¿quién lo es?
Pienso que sólo Dios.
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 11/07/2013)