Densa niebla
que obnubila la mente
dominando el desatino,
cuando nada es consistente,
en todo ámbito, todo ambiguo.
Lo que antaño era valioso
ahora es condenado,
lo que antaño era funesto
ahora es aprobado.
Mentes enclaustradas,
aturdidas, embotadas,
precarias, disminuidas;
siempre tan manipuladas,
se acomodan sin criterio
a los vaivenes de ocasión
sin luchar por sus designios.