Eras dueño de mi amor,
eras dueño de mi vida...
no hago más que recordarte
cada noche, cada día.
Eras el brillo en mis ojos,
eras sol de mediodía...
eras mi playa y montaña
eras arena y orilla.
Eras verano sin nubes,
eras mi lluvia de abril,
sonrisa de primavera
y abrazo en invierno gris.
No hay peor ausencia en la vida
que este amor que sigue aquí...
y aunque trato de olvidarlo,
tu presencia vive en mí.
Y tu evocación desata
ese globo de ilusiones,
que han de llegar hasta el cielo
lloviendo sueños y amores.
Alicia Santi
09-07-13