Perdónenme que insista
en hablar otra vez sobre
la paz porque pienso que
las armas había que tirar-
las todas a un canal. Al ca
nal más grande del mundo,
que nunca más se pudie
ran recuperar y quedaran
siempre sepultadas en ese
grandísimo canal. La paz
es lo más importante en el
mundo, no me lo pueden -
negar, la paz en esos paí-
ses en los que siempre hay
guerras y también la paz -
en el hogar por que la vio-
lencia de género también
la hay que desterrar. Creo
que a veces son los celos
y a veces malos tratos: es
lo peor que hay. No com-
prendo a esas gentes, no
lo puedo soportar; pienso
que cuando uno se casa ni
para otro lado hay que mi-
rar. Sólo para tu marido y
para tu esposa igual por-
que todos tenemos defec-
tos y después de casados
se ven más, pero si no hay
malos tratos, creo que los
dos tenemos que aguantar
y tratar de comprenderse
cada día más, sobre todo
si hay hijos por medio, no
se pueden abandonar por
ninguna de las partes: es
una grandísima responsabi
lidad; así que amigos míos,
luchar, si podeis luchar, por
la paz del mundo y también
por la paz en el hogar.