Las nubes grises de este Sábado
Me invitan con descaro a recordarte
Incitándome al licor desenfrenado
A los versos, a canciones y a extrañarte.
La música, perfecta compañera idiota
Que me une en pensamiento a mi musa
Provoca en mi pecho una tormenta
Inspirando para ella una triste prosa.
Luego de cuatro copas estoy llorando
Más de lo que lloraron las nubes grises
Extrañé a la musa que sigo amando
Y el cantinero se burla en mis narices.
El viento es frío y se viste de crueldad
Me estremece hasta los débiles huesos
Haciéndome saber que en la futura sobriedad
Voy a tomar los restos de sus gélidos besos.
Y mi cuerpo buscará su sombra
O al menos el calor entre el colchón
Si no lo encuentro moriré en penumbra
Cantando estos versos como una triste canción.