El tic tac del reloj viejo y estropeado
Marcan lentamente mi agonía
Hasta el son del cantar del pajarillo se vuelve amargo
Lo dulce de la vida se ha esfumado
Los segundos se hacen eternos
Se apodera de mí el crudo silencio de tu ausencia
Resuena en mi mente tu reír, esta vez no tan armoniosos
Pero tu voz se encuentra tan lejos y distante
Las preguntas de dónde está esa dulce voz
Rápidamente me encuentro con una respuesta
Que me lleva a otras interrogantes que jamás tendrán fin.
Mi larga cabellera envejece así como mi débil corazón
Aunque al pasar el tiempo tus huellas están aún marcadas
Sobre aquella arena de la cálida playa de verano
No sé por qué te fuiste sin despedirte.
Me atormenta ese día de tu último aliento que para mí
Fue una noche hostil y oscura al ver tu cruel partida.
Sé que un día nos encontraremos muy pronto
Pero mi alma murió con tu partida
¡Ay! Te extraño tanto…