El mismo reloj la hizo regresar,
solía decirle con una sonrisa
el paso del tiempo,
Y ella lo miraba sin prisa alguna
…no hay cosa más absurda
que pretender amarrar el tiempo
dentro de las paredes de un reloj,
dónde las manecillas giran por sí solas
Y las horas se quedan enlatadas
como si fueran de conserva
Su mente se encandiló o más bien
se enajenó
pues le dio por pensar que es para siempre
Y no le queda otra cosa más que llorar.
No entendía de razones
Y se vistió de víctima
de los daños que no mueren
de esos , ¡esos! que habitan en la piel
y se cuelan por los poros y llegan al alma
Pero… ¡qué sentido tiene!
llorar, llorar; sólo es atormentarse
por algo que es del hoy
¿y mañana?
…al pasar el tiempo se esfumará y además
la mente ni se acordará que un día fue,
reconcíliate con el sueño
¡anda! sécate las lágrimas
Y vuelve a soñar…