Con el paso, la imprudencia que nos separa sostiene el techo que no ves. Y cuando estas cansado de las caricias, del sesgo y de las plumas… del cuervo satinado y de la sospecha irremediable que se disuelve. En la almohada a Caballero de Sol se degrada el preludio de nuestra quijotada. Yo decidido doy la espalda, y salubre de proverbios avanzo… luego algo asexuado y vegetal de aquella materia acaece: “MITÓSIS”…
Ambas células carentes de deseo, y llenas de paz… como prostitutas cuando dejan de fingir y te maldicen… ese asco de sentir la humedad en sus labios a la temperatura que se derriten… ese beso que querían recibir y negaron recordando la economía que un día les cerró la industria de soñar… En ése contacto, árboles de concreto vamos… y dejando de contar leo, y el óxido me ancla con fastidio… “es absurdo escucharte, pero necesario”. Y en este debate nos pedimos tregua para decir: “¡Estoy jodido!”…
Con la luna llena y la estrella a su lado. Hace frio y solo los pinos tienen hojas. El estomago me ruge, quizás por la falta de escribir .Con el sudor más ácido pensando en alguien voy, y muchas veces el pensamiento termina en una risa. Y exiliado pienso en la rubia de la revista, y en la voracidad de la isleña… o en la que vimos casualmente si vamos especulando su tiranía. Pero aunque pueda ser del arte el héroe que no exista: “eres el enemigo más cobarde que Soy”.