No se vayan a engañar, soy una mujer cualquiera,
común, del montón, como vos, esa o aquella,
fui esposa muchos años, ahora, madre y abuela,
que al quedar sola en la vida, juega a ser poeta.
Tengo en mi corazón muchos sueños y utopias,
tengo mucho amor para regalar toda la vida,
a todos mis amigos, pero de amistad sincera,
y se los envío en el viento que llega donde fuera.
Soy ama de casa común, como cualquier señora,
que tuvo como regalo cuatro hijos de primera,
a los cuales amo, como que son mi primavera,
que me hicieron renacer toda mi vida entrera.
Mis nietos son cuatro soles que me alumbran,
y yo giro a su alrededor como un cometa,
jugamos todos como chiquillos, andamos en bicicleta,
siempre los abrazo muy fuerte y les doy muchos besos,
no sé en que momento, no podré ya hacer eso,
los años pasan muy rápido y yo voy en retroceso.
Esta es mi vida amigos, muy común y corriente,
se las quise contar para que más me conozcan,
soy una viejita feliz que se la pasa cantando
y ahora también, de poeta se está disfrazando.
MARIA HODUNOK.