La voz de mi alma crece
como enredadera fina,
sentimientos ocultos
revelados cual bendición divina.
Negamos este amor,
dándole la espalda,
corazones ardiendo con fervor,
grandes sentimientos lo respaldan.
Los recuerdos delante de mi,
mostrándome lo que es evidente,
por mas que intentemos huir,
nuestro amor cada día más elocuente.
Aunque digamos ¡no, ya todo acabó !
es mentira degradante, entre tú y yo.
A mi corazón, ¿ como le miento ?,
Sé que en tu alma mi nombre está grabado.
Nuestro amor será interminable,
lo regaré con mis lágrimas,
y será abonado con tu ardiente sangre,
para que nuevamente florezca.
Jade Fénix