rodulfogonzalez

TEJEDORA

 

            Niña mía, tejedora de sueños, de ilusiones, de encantos y primores, téjeme con hilos de cristal una alfombra de vivos colores para colocarla en mi covacha y puedas caminar sin que su terroso piso salpique de barro tus sandalias de cristal y tus pies de bailarina no pierdan su fortaleza y elasticidad.

            Niña mía, tejedora de sueños, téjeme con tus manos prodigiosas una carpa multicolor para que cuando nos sintamos incómodos en mi covacha de sueños nos proporcione abrigo y se convierta en el espacio magnífico para hacer travesuras, oír la  música que a ambos nos guste en nuestra pianola y recitarte los últimos poemas que escribí para ti y que nadie más leerá.

            Niña mía, tejedora de sueños, teje una alfombra mágica para que como en el cuento de Las mil y una noches viajemos airosos hacia lugares que tú no conoces y que yo, impenitente trotamundo, tampoco.

            Nunca, niña mía,  tendrás que tejer y destejer las preciosas obras textiles que elaboran tus delicadas manos para que la larga espera de mi regreso a tus brazos, cuando viaje, no rompa nuestro pacto de amor, como lo hiciera Penélope en la antipática espera de Ulises, porque tú sabes que mis correrías me conducen a tu único destino.