Doy tu nombre vida mìa y lo arrullo,
como si fuera tu ser un capullo
que veo crecer, toco tus labios,
y esa flor se despereza en los resabios
de su semilla, en los primeros acordes,
en esa sorpresa del amor, en mis desbordes
de mujer traviesa, allì en tu vida tan mìa!
Doy tu nombre, y lo grito a cielo seco,
como si volviera el eco de ese primer llamado,
como si se repitieran las cosquillitas del aire
en mis sentidos alertas, como si el teclado,
presintiera a mi corazòn latiendo en las letras,
Asì en este riel que me hace un verso inevitable,
me siento tuya y doy tu nombre esposo mìo!