Unos ojos ingenuos casi siempre
saludan en presencia de la gente…
Cuando estamos solos
se encienden lujuriosos
prometiendo placeres consecuentes...
A veces tus ojos inocentes
están fijos con mirar calmado,
recréome en su pupila transparente
cuando un abismo descubro en lo profundo
y navego hacia adentro
donde guardas historias
que recientes quizá
acuden a tu mente
y tus ojos cuentan silenciosos...
Una tarde fugaz como otras tantas
rodeados de penumbra reluciente
de tus ojos brotan chispitas pasionales,
al tomarme y amarme sin la noche.
Son tus ojos como estrellas centelleantes
alumbrando gran derroche en el presente
cuando en mi tiempo, tú me amas…
intermitentes lucecitas candorosas
son en el ocaso delirante...
Así, esfúmase la tarde
de la esencias de tus ojos
ya cargada al vivir contigo
segundos tan fugaces...
Y este tiempo termina
llevándome el recuerdo
de dos focos luminosos
embriagantes...
al despuntar el alba
guardando secretos de dos vidas...
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