Se iba alejando
poco a poco de
sus creencias,
un tanto absurdas,
ridículas y sin sentido,
pero que le habían
llenado casi toda
su vida.
Se siente que debe
cambiar y sentirse
más integrada.Le
cuesta, porque no
es nada sencillo.
Se aburre fácilmente
de las conversaciones
sin pie ni cabeza que
halla en estas situaciones.
La llaman, un poco distraída.
Abyecta, la mirada, en un
punto lejano.
Recuerdos y fantasías
que se entremezclan
en un vaivén,
sin retorno.
Se sienta en una hamaca,
al atardecer, ve como el globo
se hunde en el horizonte...
¡Qué belleza exclama
y suspira! No está sola,
un guardia civil,
está cerca y le pide
documentos.
Andaban buscando una
mujer hace días,
con características similares.
Y sus ropas están sucias,
por eso sospecha que puede
ser la mujer buscada, que
abandonó su casa, sin
maleta, solo con una
petaca de ron en el bolso.
Sus ojos vidriosos claros, se
expanden sus pupilas.
Cuando el guardia le
pregunta el nombre
le contesta-María,
mas a mi me conocen
más por Marita, asi
que si quiere, le doy
permiso para que me
llame así-
El sujeto que tiene una foto
de la persona buscada,
se acerca un poco y ve que
desde su bolso hay un arma.
Le pregunta -¿qué hace con ella?-
Soy de aquí afuera y hay que andar
con cuidado.Muchos hombres inescrupulosos.
-Hay que defenderse,vio-Estoy sola,
así que si me pasa algo, no da tiempo
a llamar a nadie.
Y este sorprendido le pregunta
si sabe disparar, -si por supuesto,
mi papá fue comisario, el mismo me
enseñó, no le digo que tengo puntería,
ni nunca maté a nadie, pero por las dudas
es mejor tenerla cerca.