Hoy al despertar,
La nostalgia apoyada en mi almohada
Dormía con rostro tranquilo.
Un amanecer tardío,
No tuvo tiempo de advertirme de su presencia,
No pude notar que fantasmales brazos
Salían de ella,
El suave murmullo de su respirar
Encubría la intención de poseerme,
Hacerme suyo meciéndome
Entre danzas de caricias
Que no dejaron huella alguna
Sobre mi piel,
Arrastrándome al desierto agónico
Donde duermen los recuerdos,
Confinados en una oscura y profunda jaula
Para no volver a ser.
JULIO CASATI